Un lector tiene que saber con absoluta claridad qué actividades ofreces, en qué consisten y si él/ella podrán participar en esa actividad.
Vivimos en una época en la que hay más tipo de actividades físicas que nunca, lo cual es positivo, pero puede llegar a ser confuso para muchísimas personas.
Por tanto, si un lector no entiende bien lo que lee, es muy probable que se vaya.
Por tanto, a la hora de poner en tu web cada una de las actividades que ofreces, tómate el tiempo de explicar de forma breve, simple y directa en qué consiste esa actividad, los objetivos para los que está diseñada, quién puede realizarla y quién no, e incluso, el monitor/a que la imparte.
Un truco para hacerlo simple y entendible por tu lector es que pienses que estás escribiendo para un niño de unos trece años. Si crees que lo entenderá un niño de 13 años, bien, si no, dale una vuelta.